domingo, 19 de febrero de 2023

La avería

La avería

     Un automovilista va conduciendo por una carretera comarcal y de pronto el coche se le para. Baja, abre el capó y se pregunta en voz alta:
—¿Será cosa de los pistones?
     Y una voz a sus espaldas dice:
—No. Es el automático.
     El hombre se da la vuelta y no ve a nadie. Sigue inspeccionando el motor.
—¿Será cosa de la batería?
—No. Es el automático —vuelven a decir a sus espaldas.
     El hombre se da la vuelta y ve que un caballo le está mirando. Comprende entonces que es el caballo el que habla y se asusta tanto que sale corriendo como alma que lleva el diablo. Al llegar a la gasolinera se mete en el bar y grita:
—¡Rápido, hay que avisar a la prensa, a la radio, a la televisión!
—¿Qué es lo que ocurre? —pregunta un viejecito que estaba apoyado en el mostrador.
—¡Me encontraba parado en la carretera intentando averiguar por qué se ha averiado mi coche, y un animal que había detrás se puso a hablar y dijo que el problema estaba en el automático!
—¿Qué era, un caballo? —pregunta el viejecito.
—¡¡Sí!!
—¿Uno pardo con una raya blanca en el hocico?
—¡¡¡Sí!!!
—¡Pero si ese no tiene ni pajolera idea de mecánica!



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